Anna de Codorníu, marca líder por su gran penetración y valor en el mercado, que el público reconocía de modo inmediato desde su presencia característicamente blanca. Esto dificultaba el tratamiento de nuevos productos bajo su nombre. En este caso, un cava elaborado 100% con uva Pinot Noir añadía el reto de elevar la percepción de valor sin dejar de ser Anna de Codorníu. Su particularidad –un delicado cava dorado a partir solo de uvas tintas–, facilitó la clave cromática para personalizar esta variedad.