Cousiño-Macul es historia viva del vino en Chile y, a la vez, de la familia que la fundó en 1856 en el privilegiado valle del Maipo y que hoy sigue al frente de su gestión. Esta conciencia de legado y tradición sin duda influyó para que la séptima generación decidiese dar protagonismo a un miembro histórico destacado de la familia para construir el relato de un nuevo vino destinado al mercado norteamericano.

La labor de la fundadora, Isidora Goyenechea, fue tan relevante y reconocida que se ganó el sobrenombre de “la Dama de Plata”. De ahí el nombre que adopta este vino que se completa con un homenaje visual en la etiqueta a la memoria de una mujer que se avanzó a su época al no dudar en poner en práctica su notable capacidad y visión de futuro.

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